Reforma integral de un ático del s. XIX en el centro de Madrid. Se han restaurado y dejado vistas partes del muro original de ladrillo y de las vigas de madera, en cocina y dormitorio principal respectivamente.

La familia propietaria deseaba una zona de ocio para jugar y leer con sus hijos pequeños, situada en el gran salón. Además, una gran isla en la cocina, que quedara abierta al comedor con posibilidad de cierre, y que se ha conseguido gracias a la optimización de los espacios, eliminando pasillos y con la instalación de grandes puertas correderas acristaladas.

El gusto por las obras de arte de los dueños ha marcado claramente la decoración y el uso de revestimientos y la combinación de luminarias de acento y ambiente.